Un lugar para la esperanza
(Texto compartido en el 31 Encuentro de Voluntarias/os de OPDP, celebrado telemáticamente el 16 de diciembre de 2020)
Qué gozo, qué alegría y qué afortunados/as, terminar el año juntos/as, encontrándonos de nuevo, viéndonos, hablándonos, escuchándonos, sintiéndonos. Se aproxima la Navidad, fechas celebrativas, de encuentro (este año un poco más limitado), de calidez, de reconciliación, de descanso tras un año especialmente fatigoso, duro, dramático. Nosotros celebramos ya hoy, aquí esta tarde, un encuentro que nos llena, que enciende la llama de los mejores recuerdos, que recoge experiencias llenas de sentido y nos pone en contacto con nuestros más hondos anhelos, con nuestras confianzas y nuestras esperanzas. Entrevías, Otro Punto de Partida, son sinónimos de vida y de luz. Aun en la dificultad, en la distancia física, en la pesadez de las limitaciones, en el llanto de la impotencia y el desconsuelo de la pérdida, las brasas de Otro Punto de Partida permanecen activas, en cada uno/a de nosotros/as.
La reducción ha sido fuerte, pero la vida de OPDP no se ha detenido. Todo ha tenido que ser de otra manera, pero en el fondo desde el mismo lugar: cuidar a cada persona, ser respuesta al grito, crear diálogos verdaderos, permanecer desde nuestro mejor fondo, potenciarlo todo, posibilitar, desplegar, creer en quien tenemos delante, activarnos, aprender unos de otros, estar siempre a la escucha…
En septiembre nuestro anhelo era estar cerca, hacernos presentes, no cejar. Y en buena medida así ha sido. El apoyo escolar no ha tenido los llenos de otros cursos, cuando nuestro local se quedaba pequeño. Sin embargo, entre la posibilidad telemática y un pequeño destacamento presencial (guardando todas las medidas de seguridad requeridas), se ha logrado mucho. Una quincena de voluntarios/as y más de una veintena de niños/as y adolescentes han trabajado con tesón y paciencia en esas tareas tan formativas y vitales como son las de la escuela. Nos consta que las familias están muy agradecidas y que el resultado ha sido positivo. Luego lo podremos compartir.
Todo es lento, pequeño y frágil. Lo valioso requiere tiempo, la riqueza está en lo que se trabaja, en lo que se cuida y en lo que se espera. Que en estos tiempos de temblor y temor podamos ofrecernos confianza, verdad y esperanza, unidos/as en el anhelo de alumbrar lo más humano.